Culpable del delito consumado de femicidio íntimo fue encontrado Carlos Alberto Merino González. El hombre mató y dejó el cuerpo de su expareja en un canal de regadío, el 9 de julio de 2020 en Chillán.
El veredicto condenatorio fue realizado por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Chillán de forma unánime. Según el veredicto, Merino González mantuvo una relación de convivencia con la víctima -identificada como Gladys Ardila- hasta inicios de 2020, con la que mantenía un hijo en común.
“Mediante la prueba pericial, testimonial y gráfica, se pudo establecer que el fallecimiento de la víctima se produjo a causa de una asfixia ocasionada por una compresión mecánica cervical externa, por consiguiente, debido a la participación de terceras personas en su muerte, lo que configura, en principio, un delito de homicidio”, consigna el fallo.
Además, se logró acreditar una serie de indicios que permitieron establecer que Gladys era víctima de violencia intrafamiliar por parte de su exconviviente, Carlos Merino González.
Según el tribunal, durante un tiempo indeterminado, se determinó la existencia de episodios de acoso y seguimiento por parte del mismo imputado respecto de la víctima. Asimismo, la última vez que Gladys fue vista con vida se encontraba en compañía de Merino González.
De igual forma, el condenado habría manifestado la intensión de dar muerte a su expareja, así como que trató de ocultar “tanto su muerte, como su real participación en los hechos”.
Estos hechos, “unidos a otros antecedentes incriminatorios, revisten los caracteres de seriedad, precisión y gravedad necesarios para concluir, de manera unívoca y más allá de toda duda razonable, que el autor de la muerte de doña Gladys Ardila fue su ex conviviente y padre de su hijo, el imputado Carlos Merino González”.
La audiencia de comunicación de la sentencia para el hombre que fue declarado culpable de femicidio quedó programada para el próximo martes 2 de mayo.