A menos de una semana del inicio del Abierto de Francia, también conocido como Roland Garros, uno de los cuatro torneos de Grand Slam en el tenis y que se lleva a cabo anualmente en París, el tenista nacional Cristian Garín informó que sufrió una fractura en su costilla, por lo que no podrá estar en la cita por primera vez en su carrera.
"No tengo muchas palabras. Me perderé el torneo que más me gusta jugar. Haré todo lo posible para volver de la mejor manera", apuntaba el deportista en sus redes sociales.
Las fracturas en las costillas son una lesión poco frecuente que pueden ser el resultado de impactos directos, caídas o movimientos bruscos durante una práctica deportiva. Éstas pueden ser extremadamente dolorosas y limitar la capacidad de un deportista para participar en su actividad física.
Las costillas son huesos delgados pero fuertes que protegen los órganos vitales en la cavidad torácica, incluyendo los pulmones y el corazón. Una fractura en las costillas puede variar en gravedad, desde una fisura leve hasta una fractura completa con desplazamiento de los fragmentos óseos. Los síntomas comunes de una fractura de costilla incluyen dolor intenso al respirar profundamente, toser, estornudar o moverse, así como sensibilidad al tacto en la zona afectada.
Sobre esta clase de lesiones, el coordinador académico de la carrera de Kinesiología de la Universidad de O’Higgins, Leonardo Pérez, es enfático en que si la lesión de Garín no fue un evento traumático, podría ser por alguna sobrecarga muscular. “El tenis es un deporte que involucra movimientos repetitivos en el tiempo. Puede ser que algún desbalance muscular concentra mayor fuerza en alguna zona de los huesos y eso llevó a una fractura. La generación de una actividad aeróbica de alta intensidad, el poder respirar y meter aire a la caja torácica que obviamente pasa el movimiento de las costillas generando un dolor que es incapacitante, por lo tanto, el atleta no es capaz de mantener el esfuerzo físico en el tiempo”.
Durante 2022, el también tenista Rafael Nadal tuvo una fisura en una de sus costillas y le obligó a parar al menos dos meses para una recuperación por completo.
Por su parte, para el Doctor en Ciencias de la Salud y académico del Instituto de Ciencias de la Salud UOH, Marcelo Flores, la recuperación, que va entre seis y ocho semanas, debe tener “un manejo de analgésicos y se ocupa muchas veces fijación con taping o algunas medidas de vendaje sobre la zona de lesión para principalmente disminuir la excursión del movimiento respiratorio, porque eso causa dolor. Si existe compromiso de la musculatura por tensión o por contracturas musculares, también se puede realizar masoterapia u otras medidas analgésicas”.
“Las fracturas por estrés en la parrilla costal son poco comunes y se producen principalmente en deportes donde se usan mucho los brazos y hay movimientos de torsión del tronco como el remo, la natación, el golf y el tenis. También pueden suceder en deportes de contacto como el rugby, pero en general, son bastante poco frecuentes. Cuando la fractura costal se produce por estrés en estos deportes, se debe a efectos mecánicos de sobrecarga donde hay movimientos de un lado del cuerpo más que del otro, o sea son unilaterales, principalmente del lado dominante y movimientos rotatorios y de inclinación. Esto conlleva desbalance muscular que, muchas veces, compromete la musculatura que soporta el tórax, sobre los huesos de la pelvis, traccionando sobre la parrilla costal”, explica el académico.
Con la ausencia en París, Garín no podrá defender los 20 puntos que sumó el año pasado y bajará cerca de 20 posiciones en el ranking mundial.