En pleno Secano costero de la Región de O’Higgins -comuna de Litueche-, se emplaza el Centro Experimental INIA Hidango, perteneciente al Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Rayentué, y donde desde hace ya un tiempo se vienen criando y entrenando a burros para que sirvan de cuidadores y protectores de ganado ovino ante el ataque de fauna depredadora, que muchas veces causa gran daño y pérdidas a los pequeños productores de la zona.
El Grupo de Extensión y Transferencia (GET) Ovino, que funciona agrupando a pequeños productores de la Provincia de Cardenal Caro, comenzó a hacer entrega de burras “improntadas” (estrecha relación entre los burros y las ovejas, producto de que incluso parieron dentro del rebaño), con la finalidad de que continúen el trabajo de guardianes de rebaño dentro de los predios de los agricultores que adquieren estos burros, que INIA prepara durante años para que cumplan dichas funciones.
Esta impronta permite que los burros sientan a las ovejas como parte de su familia, ya que están viéndolas, oliéndolas y compartiendo desde que nacen, lo que permite un instinto de protección hacia ellas mucho mayor. “Con nuestro GET Ovino hemos comenzado ya el encaste (mejora genética de raza) de los burros, y como INIA ya estamos haciendo entrega de ellos, cumpliendo con la misión institucional de hacer transferencia técnica efectiva hacia nuestros pequeños productores del Secano. Además, agregamos innovación al preferir un animal que ha resultado ser un excelente guardián y cuidador, mucho más que perros u otras especies”, señala el médico veterinario e investigador de INIA Hidango, Marcelo Quezada.
En efecto, estos equinos son particularmente efectivos y poseen mecanismos que resultan de gran impacto positivo para el resguardo de los rebaños. “Existen dos formas en las que los burros actúan frente a depredadores, la primera y más clásica es su fuerte rebuzno, que avisa a modo de alarma al agricultor que algún animal está acechando a las ovejas. Esto pone en acción al productor, que toma las medidas respectivas. Otra forma en que actúan es el marcaje de territorio a través de orina y fecas, que mantiene a raya a las especies que rondan los predios y muchas veces causan bastante daño”, indica Quezada.
Junto con lo anterior, los burros son capaces de corretear, patear y hasta morder a quienes intenten dañar a las ovejas, por cuanto no miden consecuencias debido a la falta de un par de cromosomas que los hace más osados o “testarudos” en su actuar.
Luis Pineda, agricultor de la comuna de Litueche, sufría reiterados ataques de animales a su ganado -compuesto por alrededor de 80 ovejas-, hasta que adquirió una burra y al día de hoy ya no tiene problemas. “La experiencia con esta burra ha sido excelente, la he visto cómo defiende y actúa frente a ataques y siempre anda cercana a las ovejas. Yo espero que mi experiencia sirva para que más agricultores se atrevan y adquieran en INIA Hidango sus burritas, ya que tienen mucha efectividad y además no es complejo mantenerlos”, señala Pineda.
Este GET comenzó en agosto de 2023, tiene una duración de tres años y coordina a doce pequeños agricultores de las comunas de Navidad, La Estrella, Litueche y Marchigüe, con el objetivo final de que cada uno de ellos tengan a cargo un guardián, el cual puede ser una burra o también un perro, dependiendo del tamaño predial y de la cantidad de ovejas que tengan.