Estas dos nuevas opciones permiten, en el caso de la primera, a los visitantes que no pueden recorrer los sectores de montaña, hacerlo ahora en el museo de la reserva utilizando lentes de realidad virtual y conocer el cajón de la unidad y apreciar esos bellos parajes en 360°; y la segunda recorrer un sendero de accesibilidad universal que explora los sentidos, pero que además otorga la posibilidad, en esta quebrada, de realizar lo que se denominó “brioturismo”, es decir, conocer y palpar las briófitas, plantas de la categoría musgos, hepáticas y cerotófilas, que crecen entre 1 y 3 cm, que abundan en lugares húmedos y son capaces de resistir largos periodos de sequía, volviendo a la vida con el regreso del agua.
La concreción de estas nuevas alternativas para las y los visitantes de la Reserva Nacional Río de Los Cipreses fue gracias a la ejecución de la Universidad Bernardo O’Higgins, en sociedad con CONAF, del proyecto FIC “Transferencia Programa Ecoturismo Inclusivo”, financiado a través del fondo de innovación para la competitividad del Gobierno Regional de O´Higgins y su Consejo Regional.
Para Carolina León, jefa del Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad de la Universidad Bernardo O’Higgins, y coordinadora general del proyecto FIC Ecoturismo Inclusivo, tanto la realidad virtual como el nuevo Sendero del Agua, son acciones concretar que permiten a los visitantes, cualquiera sea su condición, el poder acceder a comprender más y mejor estos bellos lugares y la importancia que tiene protegerlos.
Cabe destacar que, en el caso del Sendero del Agua, este es la culminación del sendero de accesibilidad universal bautizado como la Ruta del Tricahue, proyecto que contempla no solo a la Reserva Nacional Río de Los Cipreses, sino que también incluye a la comunidad de Chacayes, impulsando el turismo y el comercio de dicha zona en la región.
El nuevo sendero, como se dijo, permitirá disfrutar y conocer las briófitas, las que se podrán apreciar con la ayuda de lupas diseñadas para esto, además de poder tocarlas, estimulando el tacto de quienes se acerquen a este lugar de la reserva. En definitiva, este nuevo sendero de accesibilidad universal, es un estímulo a los sentidos y está pensado en que los visitantes experimenten a cabalidad las sensaciones, comenzando con los ojos vendados para escuchar el sonido del agua, y luego una muestra de aromas de especies nativas propias del lugar, finalizando con la observación del muro natural de piedras, cubiertas de briófitas.
Para el director de CONAF Región de O’Higgins, Marcelo Cerda, es “un orgullo contar con este nuevo sendero de accesibilidad universal, que nos acerca a un mundo tan poco conocido, como es el de las briófitas, pero también a percibir la naturaleza con todos nuestros sentidos. Además, queremos agradecer el gran trabajo de la universidad Bernardo O’Higgins, que además implementó la realidad virtual en el museo de nuestra reserva, que permite a nuestros visitantes acceder a parajes antes impensados y contemplar la belleza natural que alberga nuestra región”.